La Historia de las Vías de Transporte de Central Park

Estamos dedicados a permanecer fieles al propósito esencial de Central Park y honrar su historia. Obtenga más información sobre el papel del sistema de circulación del Parque desde su creación.

El sistema de circulación de Central Park fue parte integral de su diseño desde el principio. Los diseñadores del Parque, Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux, crearon un intrincado sistema de senderos para peatones, un camino de herradura y caminos para carruajes para permitir a los visitantes experimentar los paisajes del Parque de diversas maneras.

Central Park estaba destinado a ser un respiro del estrés de la vida de la ciudad, pero para diferenciarlo del mapa urbano, Olmsted y Vaux buscaron crear una red de caminos diseñados específicamente para evitar la “competencia entre usos” y “el movimiento sutilmente directo a través del paisaje”. Para que este sistema funcionara de forma segura y en un espacio relativamente pequeño, tenían que limitar las interacciones entre formas de tráfico potencialmente conflictivas.

Las vías, el componente principal de este sistema de circulación, se construyeron a mediados del siglo XIX. Olmsted y Vaux diseñaron el curso ventoso para facilitar un recorrido panorámico por el Parque en carruajes de caballos (el principal medio de transporte en ese momento) y desalentar el exceso de velocidad. Los senderos que discurren a lo largo de estos caminos para carruajes agregaron un componente social, lo que convirtió a las vías en una parte importante de la experiencia recreativa del Parque que continúa hoy.

Otros elementos del diseño del Parque fueron clave para facilitar la circulación: sus arcos y puentes se colocaron estratégicamente en todo el paisaje para separar el tráfico al llevar una forma de transporte sobre otra. Vías transversales igualmente funcionales permitían (y siguen permitiendo) el paso del tráfico urbano por el Parque. Los caminos transversales están hundidos por debajo del nivel del Parque con puentes que los cruzan. Estos puentes se diseñaron como estructuras más utilitarias que los arcos ornamentados y no estaban destinados a ser vistos, pero permiten que los peatones y el resto del tráfico se muevan sin problemas por el Parque.

A pesar de lo atemporal que puede ser la misión del Parque, le corresponde a cada generación responder a los cambios en la forma en que se usa y recorre el Parque con soluciones que miran hacia el futuro y respetan la historia del Parque. Si bien, el propósito general de las vías ha perdurado, la ciudad ha abordado las necesidades de una población cambiante y su uso del Parque a lo largo de los años, desde pavimentar las vías en 1912 e introducir semáforos para automóviles en 1932 hasta abrir el primer sendero para bicicletas en 1941 y más recientemente, eliminando vehiculos privados en el 2018.

Con la limitación del tráfico vehicular, seguida de un aumento masivo de ciclistas, peatones y más recientemente, la proliferación de dispositivos de movilidad electricos como bicicletas eléctricas y scooters, es un momento oportuno y necesario para analizar de nuevo cómo las vías de transporte de Central Park están diseñadas y administradas con el objetivo final de mantener un espacio que se adapte equitativamente a las variedades de usos.